Una playa muy concurrida a principio del S. XX era la del barrio de Cantarranas, llamada playa de Caro por la proximidad del paseo del mismo nombre.
La playa de Caro sobre 1911.
El paseo de Caro era el fin de trayecto del tranvía con su gran rotonda. A ella acudían en verano la alta alcurnia valenciana, la gente normal no podía permitisre ni pagar un billete de tranvía. Desde ls celebración de la exposición valenciana de 1909 y la nacional de 1910, las playa del Cabanyal y de Cantarranas era pura delicatesen, sólo para altos vuelos y, lo más importante, para los vecinos de dichas zonas, graueros y cabañaleros.
Postal de la rotonda del paseo de Caro.
En 1909, el ingeniero Carlos Blanco diseña el kiosco-marquesina de la rotonda de tranvías del paseo de Caro. Además modificó el final de la línea realizando una curba de regreso siendo la marquesina el centro del bucle, inaugurándose la línea en junio de 1910. Dicha marquesina se retiró en 1933 por su penoso estado.
En la rotonda se podía disfrutar del gran kiosco de Chantecler que había cambiado de propietario en 1911, el cual celebró por todo lo alto la feria de julio contratando para las veladas nocturnas a la gran banda de Pueblo Nuevo del Mar, así como el de regalar un pito de cristal fino a las señoras que consumían, en beneficio de los damnificados de Buñol.
1910
También se ubicaba el balneario "La Florida", que había estado en el interior del puerto cuando se hundió parte del edificio en 1869 pereciendo 10 personas. Dos años después un incendio casi lo destruye un incendio. Más tarde se traslada frente a la estación del Norte del Grao. Pasando 1908 a la playa de Caro. En la foto principal se observa a la izquierda un toldo o marquesina de La Florida.
Hasta la prensa contribuyó a hacer una playa de moda aprovechando el tranvía, las sesiones musicales y la brisa marina, hasta el ministro de Fomento Sr. Calbetón se sentó en el "Chantecler", recién inaugurado, para tomarse unos refrescos en 1910. Pero la misma prensa y los problemas sanitarios por la proximidad del Turia acabó con la moda de la playa de Cantarranas.
Poco después llegó el Ostrero de Miguel Collado, un pequeño restaurante flotante en el extremo del paseo con gran popularidad en 1932 y 1933, así como la construcción del Real Club Náutico aunque la playa ya había desaparecido
1933.
En 1925 se inauguraba Astilleros ocupando toda la zona de la antigua playa y acabando con su historia.
Fuentes:
Archivo FGV.
Hemeroteca Municipal.
Asociación Cultural Valantiga.