sábado, 23 de enero de 2016

El incendio de 1875. (I)




Incendio de 1875
Cap de França. Pueblo Nuevo del Mar.

Corría el día 30 de mayo de 1875 y faltaba poco para el mediodía cuando las campanas de Ntra. Sra. de las Ángeles tocaba a arrebato. La barraca de “La Llegua” (sic), situada en la calle San Rafael, junto a la travesía de la Iglesia de los Ángeles, estaba en llamas y las chispas del tejado amenazaban con una gran catástrofe debido al fuerte viento de poniente.  El Secretario de Pueblo Nuevo del Mar solicitó ayuda inmediata a Valencia.

El Gobernador Sr. Candalija junto con los diputados Cerdá y Santonja salieron hacia el Cabanyal llegando sobre las doce y media. También salió la brigada de zapadores bomberos con el presidente de la comisión Sr. Brito y en otra brigada de bomberos el teniente de Alcalde Conde y el concejal Sr. Jimeno. Fuerzas de la guardia civil, carabineros y ejército acudieron a prestar sus servicios.

 


Los primeros en llegar fueron las tres bombas del pueblo, después las del puerto y Auxilio Marítimo. Los tiros de bueyes llegaron para ayudar en el derribo de las barracas que no tenían remedio y sofocar más fácilmente el fuego.

El esfuerzo por controlarlo provocó numerosos heridos, entre ellos el Gobernador Civil Don Antonio de Candalija que no dudó en ayudar para sofocar el incendio que había desbastado más de 30 barracas en cuestión de pocos minutos. 

El trabajo de las brigadas y las de más de un centenar de vecinos y las acequias de los Ángeles y de la Cadena sirviendo de cortafuego así como los edificios derribados por las cadenas de los bueyes y consiguieron que a las 4 de la tarde se controlase el incendio, había arrasado una zona en forma de abanico desde el punto de la calle San Ramón hasta la calle Frente al Mar que quedó totalmente devastado por donde pasó el fuego, salvo unas pocas viviendas de mampostería, en total unas 187 barracas y cerca de 300 familias sin hogar fue la primera estimación.


El primer periodista en llegar escribió: “Pintar el cuadro de desolación que se presentaba a la vista de los espectadores no es posible. Basta decir que los infelices habitantes salían corriendo de sus incendiadas viviendas, dando gritos lastimeros, sin que pudiesen salvar muchos de ellos mas objeto que el traje que llevaban puesto”.

A las 10 de la noche ya se había apagado las últimas llamas de la tragedia. Había que albergar a las personas que no tenían donde ir y se habilitaron las Reales Atarazanas, la Iglesia del Rosario y la iglesia de los Ángeles.

A la mañana siguiente acudieron para rescatar lo que aún pudiera servir, pocos eran los muebles y artes de pesca que se pudieron salvar, algunos aparatos industriales generalmente ubicados en las plantas altas, los iban colocando a la otra parte de las acequias y sobre todo en los campos de la Malvarrosa. El paisaje era desolador, las acequias que habían ayudado con sus aguas ahora sólo corría un líquido espeso oscuro de las cenizas y de los restos de los techos de las barracas, algunas calles habían desaparecido con los restos de las barracas derribadas y el resto de las calles eran lodo líquido.

Llegaba el momento para solicitar las ayudas, se habían calculado unas pérdidas de 50.000 duros, iniciándose una suscripción para aliviar las pérdidas, siendo S. M. Alfonso XII el primero aportando 40.000 reales.

Mientras se reunía, en sesión pública y extraordinaria, el Ayuntamiento de Pueblo Nuevo del Mar dirigido por el Alcalde D. Francisco García y la mayoría de propietarios e inquilinos de las barracas destruidas.  Se inició la sesión dando lectura al bando del Gobernador civil:



A continuación se nombra una comisión para estudiar el modo de ayudar a los damnificados, nombrando como presidente a D. Luis Navarro.

Una mujer que estaba ausente del pueblo cuando estalló el incendio había dejado a una vecina el cuidado de sus pequeños, ésta al parecer los había resguardado en el armario de una alacena, pero debido a la magnitud del desastre se le había olvidado y al recordarlo acudió a su casa, ya envuelta en llamas, pero por sorpresa aún pudo sacarlos sin apenas daños.  Pero por desgracia el día 1 aparece la primera víctima, un niño de cuatro años entre las ruinas, anteanoche su madre pidió ayuda para buscarle, acudió al pregón pero las pesquisas fueron inútiles, al parecer el niño asustado corrió a casa de su abuelo donde encontró la muerte.

El día 3 de junio se reunieron en el salón de Gobierno Civil para formar la Junta de Auxilio de Incendios para atender a los vecinos del Cabanyal, mucha gente se presentó, el  Cardenal-Arzobispo al quien se reservaba la presidencia no puedo asistir por su delicado estado de salud. Ocuparon los primeros puestos el Capitán General, el Gobernador  de la provincia y los presidentes de la Diputación y de la Audiencia. A propuesta del Sr. Navarro Reverter se concedió un voto de gracias al Sr. Gobernador y demás autoridades que acudieron rápidamente en socorro de los vecinos de Pueblo Nuevo del Mar.

El vice-cónsul francés Sr. Belvece ha sido el primero en abrir una suscripción para recaudar fondos para los damnificados del Cap de França. El 5 de junio ya se había recaudado 102.575 rs. En las diferentes suscripciones.

Se solicita realizar un plano con los solares, edificios que se podían salvar y edificios no tocados.

 
Detalle del plano.

Se constituyen las comisiones de recaudación de fondos, presidida por el marqués de Cáceres. La segunda para nuevas edificaciones y presidida por el Sr. Candalija. La de contabilidad encargada al Capitán General y la encargada para entregar los nuevos edificios al presidente de la Audiencia territorial.

El 17 de junio se forma una junta de auxilio en Madrid, encargada de recaudar fondos para la reconstrucción del Cap de França bajo la presidencia de D. Luis Mayans y entre los vocales el marqués de Jura Real, el conde de Carlet y el marqués Campo que habilitó una sala de su palacio en el paseo de Recoletos para recibir donativos. El 19 de junio ya se habían recaudado 183.245 rs.

Inmediatamente se inciaron los trabajos para la reconstrucción del barrio.

Aunque esta foto está tomada en 1858, junto a la plaza del Carmen y la calle del Ángel en el Canyamelar, podemos hacernos una idea de lo terrible que pudo ser la tragedia.

...continuará. 

Fuentes:
Archivo Histórico Municipal.
Archivo de la Diputación.
Biblioteca Valenciana. 
Hemeroteca Municipal.