martes, 3 de enero de 2017

Fernando VII, el general Elio y Francisco Cubells.

Los que hayan estado en la primera planta del palacio de Cervellón, en la plaza de Tetuán, habrán visto el imponente cuadro de Fernando VII el deseado, obra de Vicente López Portaña.


El 16 de abril de 1814, llegaba a Valencia el rey Fernando VII, no sin antes de llegar a la capital dejó claras muestras que con él llegaba de nuevo el absolutismo a España y que no iba a acatar la nueva Constitución. La llegada y los primeros días en Valencia con sus celebraciones y la fiesta de San Vicente Ferrer sería un tema para otro blog.


El día 20 de abril seguían las celebraciones y las quejas de quien tanto había sido deseado iba a partir hacia la playa por el nuevo Camino del Grao, abandonando a los del Cap i Casal durante unas horas,  en el que tanto interés tenía el general Elio en reforzarlo para mayor comodidad de los transportes.


 1812. Camino Nuevo del Grao.

"Ayer tarde salió su Real Persona, con los Infantes y demás a la playa del Grao: el gentío era sinnúmero por camino y Alameda, en ésta estaba formada la gallarda tropa de infanteria, artillería y caballería esperando a S. M. que en la hora de verle haciendole los honores, se incorporó en la misma y formando cabeza enpezó toda a desfilar por su presencia, a cuya ocasión una heroina, de los que pagaron su tributo en el campo de San OnofreL con su hijo huérfano de menor de edad echó los brazos acogiéndose a su protección implorándole el socorro de ella y su pobre hijo." sic. Diario de Valencia.

El 3 de mayo viajó al Lugar del Grao donde fue recibido por la Sociedad de Matriculados de la Playa del Grao. demostrando su gratitud adornando el falucho de D. Manuel Serón para que si S. M. dispusiera dar un paseo bordeando la playa. Las calles estaban adornadas de ramos odoríficos y fronteras ricamente colgadas. Preparando una abundante merienda, volviendose a Valencia sin haber realizado el paseo en falucho.

1812.

Pocos días después los vivas a la Constitución dejaron de sonar siendo anulada por Fernando VII.

Se publicaron BANDOS de Estado de Sitio, como el de D. Fernando Pascual, Comandante General interino del Reyno de Valencia que en su artículo 5º decía que lo alcaldes de barrio y pedaneos y los mesoneros y posaderos tenían la obligación de informar a las autoridades los sospechosos y forasteros de los que tuviesen conocimiento,

En 1819, en un horno del Cabanyal, propiedad de su hermano, fue sorprendido Francisco Cubells alias Borrasca por los hombres del Gobernador, siendo trasladados a la cárcel de Serranos, creyendo el general Elio que tenía a buen recaudo a uno de los hombres más peligrosos. Pero se iniciarían los levantamientos contra el absolutusmo siendo el general Elio un duro represor y Francisco Cubells un duro rival...

Con las revueltas de los liberales se envía al general a otros destinos, regresando a Valencia por orden de Fernando VII, cuando Borrasca ya era conocido como cabecilla contra Fernando VII, que utilizaba los Poblados Maritimos para sus huidas y escondrijos. El 1 de enero de 1822 se produce el pronunciamiento de Rafael del Riego, consiguiendo hacer que se volviese al Estado Constitucional de 1812.

El 30 de mayo de 1822, entró en la Ciudadela el Real Cuerpo de Artillería al mando del general Elio para realizar la salva de ordenanza de celebridad de Fernando VII, mientras los soldados gritaban ¡viva Fernando VII!, ¡viva Elio!, ¡muera la Constitución!…

Este suceso alarmó a las autoridades que trabajaron con mucho celo para atajar los movimientos y consecuencias. Uno de de los actos fue poner armas en las tropas y formar tres batallones llamados Milicia Nacional Voluntaria.

Estas tropas rodearon la Ciudadela, ocuparon el convento de Predicadores y la Real Aduana; mientras Francisco Cubells  "Borrasca", hombre sin decoro, audaz y sanguinario, como lo calificaba Francisco Javier Elio, ocupó el convento de Ntra. Sra. del Remedio con la tropa de forajidos que capitaneaba. Después de proclamar la Ley Marcial se rompe el fuego entre las tropas de la Ciudadela y los que lo rodeaban, concluyendo cuando “los bárbaros del Remedio” sic. capitaneados por Borrasca aplican escalas y suben al baluarte proclamando la conquista de la plaza al grito de ¡muera el general Elio!

 General Elio. Museo del Prado.

El Gobernador de la Ciudadela, fue conducido rápidamente a su habitación y después al calabozo del “cubo” por su seguridad, mientras el general Elio mantuvo interés directo de su conservación  y ante los peligros que les rodeaban llamó a Borrasca y puso todos sus esfuerzos para que por dinero desistiese del bárbaro intento de asesinar a sus hombres cosa que amainó el temporal, ya que Francisco Cubells no buscaba venganza sino la justicia y la ley.

 Ciudadela.

Cuantas veces recordó el general Elio los deseos de intentar encerrar en los calabozos de la Ciudadela al bandido Borrasca y ahora era él quien estaba encarcelado, durante 11 meses antes de su ejecución en el Llano del Real en la calle que lleva su nombre.

Este hecho le valió a Francisco Cubells ser nombrado Alcalde de la Villa independiente del Cabañal, (hasta entonces era el Lugar del Cabañal, pedanía de Valencia perteneciente a la Parroquia de Sto. Tomás) que años más tarde tomaría el nombre de Pueblo Nuevo del Mar. Por su parte la población del Lugar del Grao aumento sus quejas porque llevaban años solicitando dejar de ser pedanía, llegando a ser amenazados con incluso dejar de serlo, tres años más tarde se le daría la independencia de Valencia.




Fuentes:

Diario de Valencia.
Archivo Valantiga.
Biblioteca Valenciana.
La Nación secuestrada.
Archivo Histórico Municipal.
Manifiesto que escribio en un calabozo el general Elio.